Por Hernán Uribe
Veintiocho periodistas fueron asesinados el año pasado en ocho paÃses de América Latina en tanto cinco se encuentran desaparecidos, señala un resumen acerca del 2006 elaborado por la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP) adscrita a la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP). Con diez muertos, México conserva en la región la aciaga condición de la nación más peligrosa en el ejercicio informativo. Las cifras acerca de profesionales vÃctimas de la violencia difieren según las fuentes, aunque aparece como más probable la entregada por la Asociación Mundial de Periódicos que es de 105 caÃdos en el mundo, 48 de los cuales corresponde a fallecidos en Irak, paÃs inmerso en una cruenta guerra provocada por la ilegal ocupación armada de Estados Unidos.Â
A finales de diciembre pasado, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó, por unanimidad, una resolución que “condena todo ataque a periodistas en zonas de conflicto y llama a facciones en disputa a respetar a los comunicadores y su función.†En ese documento, la ONU sólo ha recordado que las Convenciones de Ginebra acerca de las guerras proclaman que el periodista es un civil cuya vida debe ser respetada. El punto clave es, pues, que aquello no se respeta, como lo prueba el frecuente homicidio de ellos en Irak a cargo de la soldadesca estadounidense.
Al mismo tiempo, el acuerdo de la ONU olvida por completo la situación de América Latina donde, con o sin conflictos bélicos, los informadores son eliminados por narcotraficantes, por mafias de diversa naturaleza, y siempre porque los periodistas son testigos de crÃmenes y de otros delitos. La matanza de periodistas se constató durante las dictaduras cÃvico-castrenses emergidas con mayor fuerza en los años setenta del siglo pasado. Mas, tal situación continuó bajo gobiernes electos y prosigue hoy. La RelatorÃa para la Libertad de Expresión de la OEA dijo en agosto pasado que en los últimos diez años se han registrado 83 asesinatos en Colombia, 24 en Brasil e igual número en México. Hubo asimismo muertes de informadores en Guatemala, Ecuador, HaitÃ. Nicaragua, Venezuela y otros, añade la RelatorÃa.
En noviembre pasado, la sistemática inseguridad de los profesionales de la prensa, fue comentada por José Dos Santos -directivo de CIAP- ante el Quinto Encuentro de Corresponsales de Guerra que se efectuó en La Habana.â€En América Latina matan periodistas sin que haya ninguna guerra interna ni invasión militar extranjera frontal, excepto el conflicto armado de baja intensidad que sacude a Colombia desde hace medio sigloâ€, expresó. Dos Santos rememoró también que desde 1976 a la fecha unos 800 periodistas han sido eliminados en la región.
Fúnebre nómina
El siguiente es el registro, por paÃses, de los caÃdos en 2006:
- ECUADOR: José Luis León, en Guayaquil, reportero de “Radio Minuteraâ€, y Saúl Suárez, reportero gráfico de “La Hora Durandeña. Ambos fueron tiroteados.
- EL SALVADOR: Douglas Henández, de “La Prensa Gráficaâ€.
- COLOMBIA: Gustavo Rojas Gabalo, periodista radial, por disparos; Mariano Pérez Murga, y Francisco Bonilla Romero.
- GUATEMALA: Edgardo Maas, informador radial: recibió cinco balas.
- GUYANA: Ronaldo Waddell, comentarista de televisión, tiroteado; Richard Stewart, Chetram Pergaud, Elión Wegman, Mark Mikoo y Shazim Mohamed. Los últimos cinco fueron tiroteados el 8/8/06 al interior del periódico “Kaieteur Newsâ€.
- REPUBLICA DOMINICANA: Domingo Disla Florentino, abogado y periodista; Facundo Lavatta, de “Radio Comercialâ€
- VENEZUELA: Jesús Flores Rojas, en la localidad El Tigre; Jorge Aguirre, de Cadena Carriles, y Pedro Bastardo , muerto en Cumaná.
- MEXICO: José Valdés, en Sabinas (Coahuila); Jaime Olvera Bravo, en La Piedad (Michoacán); Ramiro Téllez Contreras, en Nuevo Laredo Tamaulipas); Enrique Perea Quintanilla; Rosendo Pardo Ozuna, en Tuxtla Gutiérrez; Misael Tamayo Hernández, en Zihuatanejo (Guerrero); José Manuel Nava, ex director del conocido diario “Excélsiorâ€, en el Distrito Federal; Roberto Marcos GarcÃa, corresponsal de “Alarmaâ€â€ en Veracruz; Alfonso Sánchez Guzmán; y Bradley Hill, estadounidense, en Santa LucÃa del Camino (Oaxaca)
Al tenor de las denuncias formuladas por la Federación de Asociaciones de periodistas Mexicanos (FAPERMEX), el vicepresidente de FELAP, Teodoro RentarÃa Arróyave y otras fuentes, en el sexenio presidencial que va del 2000 al 2006 hubo 29 asesinatos de periodistas. Lo dicho sin sumar a cinco desaparecidos: Antonio GarcÃa Apal, Rafael Ortiz MartÃnez y Alfredo Jiménez Mota, Jesús MejÃa, Alonso Alegreti. TardÃa justicia
Otra proverbial caracterÃstica de los crÃmenes que afectan a los informadores es la impunidad que sigue a los hechos. Según una investigación de la entidad estadounidense Comité de Protección al Periodista (CPJ en inglés) entre 1992 y 2006 hubo 580 homicidios y en el 85 por ciento de ellos no se realizó proceso judicial alguno. De ello tenemos sobrada experiencia en Latinoamérica.
Sin embargo, la excepción hace la norma. En Chile, exactamente al finalizar 2006 y transcurridos 20 años desde el asesinato de José Carrasco Tapia, un juez ha condenado a 13 años de cárcel y otras penas a los autores materiales, todos ellos militares que pertenecieron a la policÃa polÃtica del fallecido dictador Augusto Pinochet.-Carrasco Tapia fue brutalmente eliminado con 13 balazos el ocho de septiembre de 1986 cuando era dirigente del Colegio de Periodistas y editor internacional de la revista “Análisisâ€. Los catorce sentenciados mataron, además, a tres personas de distintos ámbitos como una venganza al estilo gangsteril por el fallido atentado en contra del tirano ocurrido el siete de septiembre de 1986. El fallo obliga también al Estado al pago de 2.125 millones que recibirán las viudas, hijos y otros parientes de las vÃctimas.
El año 2006 se singularizó igualmente por los atentados de diverso tipo en contra de la libertad de expresión y de los periodistas. Cronológicamente, uno de los últimos corresponde a la detención en Bogotá de Freddy Muñoz Altamiranda, corresponsal del canal televisivo multinacional Telesur. Apresado el 20 de noviembre/06 se le imputan los “delitos de rebelión y terrorismoâ€. El propio Muñoz, Telesur y la FELAP calificaron la acción policial como un atropello a la libertad de expresión y un intento de intimidar al periodismo independiente que practica Telesur.
ALAI-AMLATINA, 05/01/07, Santiago de Chile.-
* Hernán Uribe, periodista chileno, es presidente de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP) de la FELAP.
Servicio Informativo “Alai-amlatina”
Agencia Latinoamericana de Informacion – ALAI