Por José Luis Parra
En noviembre se celebra en Estados Unidos de Norteamérica el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving day).
Las familias se reúnen a compartir una comida y aunque para muchos se ha convertido en el Día del Pavo, por ley es un día no laborable en el que se da gracias a Dios.
El mismo Barack Obama, recién electo en noviembre de 2008 como presidente de Estados Unidos, repartió con su familia comida a los pobres en una iglesia de Chicago, afirmando que “en Acción de Gracias es importante que recordemos a los necesitados” .
Pero, ¿qué es lo que se agradece?
Ese día se commemora la fiesta y el banquete que dieron los peregrinos (pilgrims, puritanos cristianos) llegados a Norteamérica en 1620 en el navío Mayflower para alejarse de la persecusión religiosa que sufrían en Inglaterra. Muchos murieron por el viaje y las privaciones en aquel nuevo entorno por el frío y la falta de alimentos. Los que sobrevivieron contaron con la ayuda brindada por los nativos americanos (pieles rojas), que les ofrecieron comida. Así pudieron cumplir su primer año en la nueva tierra y establecer un sistema autónomo de producción de alimentos.
En 1621 obtuvieron una buena cosecha, por lo que organizaron una fiesta en la que compartieron alimentos con los indígenas.
Este festejo se extendió por tres días, tal como se celebraba la época de la cosecha en su Inglaterra natal. Otra vez en 1623 repitieron el banquete, esta vez para agradecer la lluvia caída luego de un año de sequía.
El tiempo pasó. El presidente Abraham Lincoln instituyó en 1863 el Día de Acción de Gracias como un feriado nacional. Y en 1941 el Congreso aprobó el Día Nacional de Acción de Gracias que se commemora el cuarto jueves de noviembre.
GRACIAS A DIOS
Los puritanos llegados en 1620 a Norteamérica fueron bien recibidos por los pueblos originarios. No habrían podido sobrevivir al invierno sin su ayuda. Sin embargo, esta ayuda no detuvo el sistemático plan de exterminio de indígenas implementado por los colonos con la venia del gobierno y los grupos comerciales.
Para esa época, Thomas Dale, designado por el gobierno británico como Gobernador de la Colonia en Virginia, apresó y ejecutó a ingleses que vivían mazclados con los indígenas, utilizando diversos métodos tales como la horca, la hoguera, quebradura en la rueda, empalamiento o fusilamiento.
Sin embargo, esta medida no fue tomada con John Rolfe, introductor del cultivo de tabaco en Norteamérica, quien pudo casarse con la princesa Matoaka (llamada Pocahontas por los ingleses), matrimonio que fue mostrado profusamente en Inglaterra (fueron recibidos por el mismo rey Jacobo I) para convencer a los futuros colonos que los indígenas americanos eran dóciles y fácilmente domesticables. El matrimonio sirvió para aplacar al jefe de los powhatan -y papá de Pocahontas- en su encendida defensa contra el avance inglés.
La llamada paz de Pocahontas duró apenás 8 años. En el actual estado de Massachusetts se produjo lo que la historia oficial estadounidense dio en llamar la “Guerra Pequot”, en la que los ingleses y algunas tribus aliadas incendiaron y asesinaron a todo el pueblo Pequot en un verdadero acto de genocidio.
El comandante puritano en esta acción fue John Mason, quien escribió un parte de batalla esclarecedor: “…y así el terror del Altisimo cayó sobre sus espíritus, de forma que ellos escapaban de nosotros solamente para caer en las llamas quemándose vivos… Dios estaba sobre ellos, y se reía porque eran los enemigos de su pueblo, y así el altisímo los cocinó en un horno ardiente…”.
William Bradford, gobernador de Plymouth, escribió a su vez: “…a los que escaparon al fuego los pasaron a cuchillo, algunos descuartizados, otros atravesados con sus estoques, de manera que los despacharon rápidamente y muy pocos escaparon… destruyeron a unos 400 en esa ocasión. Era un espectáculo espantoso verlos arder en el fuego, el hedor y la peste eran horribles, pero la victoria parecía un dulce sacrificio, y le rezaron a Dios que los había ayudado tan maravillosamente”.
MÉTODOS DE EXTERMINIO
Como copiaron en el siglo XX los conquistadores de la Patagonia, otros métodos -como el envenenamiento- fueron utilizados para asesinar pueblos enteros en Norteamérica.
Los indígenas sobrevivientes eran capturados y esclavizados para cumplir diversas tareas, especialmente como sirvientes en los hogares, ya que para el trabajo en las plantaciones comenzaron a introducir esclavos negros traídos desde África.
Sin embargo, el método de exterminio más dramático fue expuesto por el Consejo del Estado de Virginia, que promovía la firma de tratados de paz con la intención última de violarlos porque “cuando los indios se sientan seguros del tratado tendremos más ventajas sobre ellos para sorprenderlos y destruirles la comida”.
Así fue el comienzo de la colonizacion europea en Norteamérica (actual territorio de Estados Unidos) mucho antes de la expansión hacia el Oceáno Pacífico promovida por lo que se denominó el “Destino Manifiesto”.
La Conquista del Oeste del siglo XIX se basó principalmente en el tendido de líneas férreas, pero más en la matanza de bisontes.
Se calcula que sólo el número de bisontes en América del Norte, antes de la llegada de los europeos, era superior a los 60 millones de cabezas (hacia 1890 el número de bisontes era de 750 ejemplares).
El indígena norteamericano basaba su economía en este animal, que le proveía alimento, vestido, vivienda, calefacción (empleaba sus excrementos secos como combustible).
De allí la importancia de su exterminio como forma obligar a los pueblos originarios a ser reducidos o morir de hambre.
Se hace evidente que durante el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos se agradece a Dios por los beneficios otorgados a los conquistadores europeos a partir del genocidio, la extinción de especies animales, la destrucción ambiental.
Como en la América hispana, negar a los pueblos originarios significa eliminarlos de la Historia, ya que no han desparecido por completo.
Conmemorar el Día de Acción de Gracias no sólo oculta la historia sino que consolida año tras año el injusto sistema de dominación basado en el genocidio, la extinción de la biodiversidad y la destrucción ambiental.