Por José Luis Parra
Barack Obama recibió el Premio Nobel de la Paz 2009. ¿Sorpresa? A juzgar por sus palabras, esta decisión es más que sorprendente.
El propio presi de Estados Unidos de Norteamérica señaló que “…para ser honesto, creo que no lo merezco, … creo que es un llamado a seguir trabajando por la paz”.
|
Margen salió a la calle y consultó a varios vecinos -analistas internacionales en sus horas libres- (que prefirieron no dar sus nombres) para conocer su opinión:
– Obama es muy influenciable. Así lo creen los miembros del Comité Nobel del Parlamento Noruego, quienes premiaron al querido Presi argumentando que “muy raramente una persona captó la atención mundial y dio a su pueblo esperanza de un futuro mejor…”.
Intentan de esta manera desviar la voluntad del líder mundial y dejar al mundo sin protección frente al crecimiento del Terrorismo.
– Con este reconocimiento, presionan al Comandante General de las Fuerzas Armadas más importantes del planeta para que concrete el desarme y abandone la lucha contra los enemigos de la paz mundial.
– ¿Qué sería de nosotros si Obama decidiera oir el llamado del Nobel de la Paz y comenzara el retiro de tropas? Resultaría que los enemigos de la democracia destruirían las bases de nuestra civilización y del desarrollo económico mundial.
Entonces, debemos manifestarnos en contra de los miembros del Comité Nobel del Parlamento Noruego, que -inoculados en forma evidente por ese virus del mal- han premiado al Presidente para alejarlo de su verdadero camino: la continuación de la cruzada contra los terroristas internacionales.
– Obama traerá la paz al mundo, sólo que esta epopeya le demandará aún un tiempito, porque la tarea no es fácil. Los malos se empeñan en infectar de semillas del mal a todo el mundo, desde Irak y Afganistán.
Bromas aparte, ya se escuchan voces de reprobación para esta premiación.
Obama se mostró en un primer momento sorprendido, pero rápidamente entendió que no se trataba de un premio personal, y lo explicó claramente: “déjenme ser claro: no lo veo como un reconocimiento de mis propios logros, sino como una afirmación del liderazgo de Estados Unidos en nombre de las aspiraciones de las personas en todas las naciones”.
Quienes otorgaron el Nobel de la Paz 2009 reconocieron ciertamente el liderazgo de Estados Unidos. Y avanzaron un poco más en la dirección de concretar un viejo proyecto, el de consolidar un “gobierno mundial”, a partir quizás de la Organización de las Naciones Unidas.
Este es un nuevo acto en el escenario mundial marcado por el “Destino Manifiesto”. John Adams -segundo presidente y uno de los padres fundadores de los Estados Unidos de Norteamérica- afirmó que “los Estados Unidos están destinados fuera de toda duda a ser la mayor potencia de la Tierra”.
Nadie se animaría a plantear lo mismo actualmente, más aun luego del desastre internacional promovido por la gestión Bush.
Sin embargo, Obama sólo criticó a Bush por su torpeza y ciertamente no concretó ninguna medida que avanzara en sentido contrario a la militarización mundial sostenida por sus antecesores.
Hasta el momento, sólo hizo alarde publicitario de pacifismo y progresismo, mientras sostiene el andamiaje de la dominación mundial que ejercen las multinacionales.
Es ilusorio pensar en un cambio de rumbo en Estados Undidos de Norteamérica mientras su Presidente Obama afirme “que es necesario usar la diplomacia y promover consenso a nivel internacional para resolver nuestros problemas cuando sea posible…”
Ese “cuando sea posible” se complementa con la continuación de la Guerra en Irak. Al respecto Obama dijo que “nosotros elegimos ir a la guerra en Irak, y eso provocó fuerte antagonismo en mi país y alrededor del mundo. Aunque creo que, a fin de cuentas, el pueblo iraquí está mejor sin la tiranía de Sadam Husein… “
También se expresó del mismo modo en relación a América Latina, afirmando que “…apoyamos completamente la lucha de Colombia en contra de las FARC. Trabajaremos con su gobierno para terminar con el reino del terror y con el ala derecha paramilitar. Y además apoyaremos el derecho de Colombia de luchar en contra de los terroristas y para que puedan tener unas fronteras seguras, y encenderemos una luz sobre cualquier apoyo para las FARC que provenga de los gobiernos vecinos”.
Obama cuenta bajo su comando con más de 800 bases militares en todo el mundo (sin tener en cuenta a las que están ubicadas en Estados Unidos o las que se mantienen en países invadidos como Irak y Afganistan).
¿Con qué intenciones se entregó este año el Premio Nobel de la Paz?
No es la primera vez que un presidente estadounidenese recibe un premio, aunque en las anteriores oportunidades la premiación fue posterior a la finalización de los mandatos (el último correspondió a Jimmy Carter en 2002).
Hubo otras premiaciones polémicas. Tal el caso de Henry Kissinger (ex Secretario de Estado), uno de los mayores responsables de la escalada militar estadounidense en Vietnam, a quien se le entregó el Nobel de la Paz por “su empeño en finalizar la guerra”; claro que esto ocurrió recién cuando Estados Unidos no pudo sostener su posición militar y debió retirarse con aproximadamente 500.000 estadounidenses muertos (ni hablar de los 5 millones de vietnamitas muertos).
La Cátedra UNESCO sobre Paz de la Universidad de Barcelona pidió oportunamente a la Fundación Nobel el retiro del Premio Nobel de la Paz otorgado en 1973 a Henry Kissinger.
En la carta enviada a la Fundación Nobel, el titular de la Cátedra, Vicenç Fisas, se quejó de que alguien como Henry Kissinger, considerado responsable de importantes violaciones de derechos humanos, ostentara el título.
Además de su responsabilidad en la guerra de Vietnam, Kissinger actuó activamente en el proceso de intervención que terminó en el golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende en Chile y la posterior dictadura de Augusto Pinochet.
En síntesis, mientras crece la concentración económica de los grandes grupos multinacionales; provocando subdesarrollo, pobreza, hambre y muerte para millones de seres en el mundo; las superestructuras políticas confían en sus aparatos militares para mantener el orden mundial.
Mientras tanto viven en sus palacios organizando fiestas escandalosas e intercambiando Premios y Medallas en honor y reconocimiento al mantenimiento de su poder.
Con el legado del Premio Mundial a la Paz, Alfred Nobel lavó su conciencia por haberse enriquecido gracias a la patente de la dinamita y otros explosivos usados por la maquinaria de guerra del capitalismo para producir miles ( y luego millones) de muertos en los campos de batalla europeos.
Hoy, la Fundación Nobel es la auténtica heredera de aquella dramática contradicción.
Si hubo un periodo de tiempo en el cual Obama fue visto como un simbolo de “cambio,” “esperanza” y reforma social, ese mito se ha ido derrumbando en los ultimos 9 meses. La realidad es que su campania politica fue solventada por Wall Street y los intereses economicos y politicos de las multinacionales. Es todavia posible que se produzcan algunos cambios a nivel de reinvidicaciones sociales (sistema de salud, derechos de gays, beneficios de desempleo, reforma inmigratoria, etc.) siempre y cuando estos no representen una amenaza para el status quo y poder militar de EEUU. En sintesis, Obama es parte del mismo sistema que lo promovio y ayudo a ganar las elecciones, y como tal, nunca hara nada que desafie su hegemonia.