Desde lo más profundo de nuestro corazón expresamos nuestra pena e ira ante el cobarde asesinato de nuestro peñi JAIME FACUNDO MENDOZA COLLIO, por parte de Carabineros de Chile. Institución que, junto al propio Estado y clase política chilena, ha quedado históricamente impune ante la muerte, tortura y permanente vulneración de derechos humanos de personas mapuche.
Observamos con estupor cómo carabineros ha asesinado impunemente a Alex Lemun y Matías Catrileo, este último también muerto cobardemente por la espalda durante un legítimo proceso de recuperación territorial. Existe impunidad cuando se reprime a mansalva y el resultado termina con más de un centenar de heridos a perdigones, personas fracturadas por el uso de fuerza desmedida, niños traumatizados por los continuos allanamientos a sus casas en las comunidades. Sin contar con la cantidad indeterminada de montajes policiales, que van desde la manipulación de evidencias, testigos encubiertos, robo de madera, por nombrar algunas de las muchas irregularidades de las cuales han sido participe carabineros, en complicidad con el Ministerio Público y el Ministerio del Interior, avaladas con las querellas que ha interpuesto el Estado, principalmente la intendencia e invocando a las leyes de Seguridad Interior del Estado y Antiterrorista.
El proceso de recuperación territorial del cual participaba nuestro peñi MENDOZA COLLIO, es expresión del legítimo derecho a recuperar el territorio que históricamente fue nuestro hasta la Invasión del Estado Chileno. Derecho que le cabe a cualquier persona mapuche. Su asesinato es un acto repugnante de amedrentamiento, expresión del Terrorismo de Estado.
A esta altura resulta una farsa la actitud de quienes criticaron (o dicen haber criticado) el Terrorismo de Estado y hoy lo aplican para profundizar el despojo, el saqueo y el colonialismo. Sindicamos a Bachelet y su gobierno como los principales responsables de lo ocurrido, por haber permitido que se prolongue el genocidio hacia nuestro pueblo y no haber atendido a la naturaleza de nuestras reivindicaciones, favoreciendo, por otro lado, el despliegue y las acciones sin contrapeso de los agentes del modelo Neoliberal que nos mantiene oprimidos. Bachelet pasará a la historia como la presidenta mujer que dejo en la impunidad los asesinatos de nuestros weichafe. Perez Yoma como un fascista, que al igual que su padre, cree que los problemas sociales se solucionan matando a las personas o entregando migajas mediante políticas y programas indigenistas. Y Rosende, fiel representante de una derecha que hoy se esconde al interior de la concertación. Qué hablar de las autoridades regionales, ante su nula capacidad de sentarse con las comunidades para dialogar, sin duda guiados por sus ineptos asesores en materia indígena. Un punto a parte nos merece Egaña y su carácter de Alto Comisionado, pues solo figurará en la historia como una pobre maniobra distractiva de propaganda en los medios de comunicación y el escenario internacional.
Ahora la historia mapuche no la escriben los perros falderos Concertacionistas, hoy en cada comunidad se están levantando pu weupife pu inakefe, retomando nuestros relatos, reconstruyendo nuestra historia de autonomía y libredeterminación. Aquella que el colonialismo truncó y que por más represión y clientelismo multicultural, volveremos a reconstruir. Ya no es privilegio de la Academia Universitaria el relato de nuestro pasado. Sin embargo agradecemos a todas las personas, a los historiadores y cientistas sociales chilenos que han demostrado su solidaridad con nuestro pueblo y un compromiso con la verdad histórica.
No pasamos por alto el hecho que cada vez que uno de los nuestros ha sido asesinado por agentes del estado, la clase política chilena (concertación y derecha principalmente), junto a los mandos policiales se hacen parte de un silencio cómplice y complacido de los grupos económicos. Toman posición para justificar la represión, la violencia y la muerte contra nuestro pueblo, traduciéndose en la implementación de iniciativas políticas distractivas e inoficiosas como la creación de la figura del Comisionado Presidencial inmediatamente posterior al asesinato de Matías Catrileo. En este sentido entendemos el reciente anuncio del gobierno de Bachelet de enviar a la región una Comisión Especial compuesta por el mismo Comisionado Presidencial y la Ministra de Planificación, entre otros.
Estos datos de nuestra historia reciente nos obligan lograr una coordinación mínima en torno a un plan de acción común como pueblo, donde la movilización social como mecanismo de presión para avanzar hacia la conquista de nuestros derechos colectivos sea la base de un necesario acuerdo.
Saludamos y respaldamos a todos aquellos peñi y lamngen que continúan en la lucha, que le dan mayor sentido al sacrificio de nuestros mártires. Del mismo modo nos hacemos parte de la pena que sufre hoy la familia de nuestro peñi JAIME FACUNDO MENDOZA COLLIO.
Comunidad de Historiadores Mapuche
Wajmapu, Nación Mapuche
Pablo Mariman Quemenado
José Millalen Paillal
Rodrigo Levil Chicahual
Héctor Nahuelpan Moreno
Sergio Caniuqueo Huircapan