Por Silvana Rodríguez
“Tras las tomas de escuelas y marchas por el recorte de las becas, y lograr que el gobierno porteño diera marcha atrás al achique en la cantidad de beneficiarios que había dado pie al conflicto, estudiantes secundarios presentaron ayer un proyecto de ley en la Legislatura para reglamentar las ayudas escolares.
El proyecto crea el “Régimen de Becas Estudiantes” para alumnos secundarios, cuyo objetivo es “garantizar el acceso, permanencia, reingreso y egreso de estudiantes” de bajos recursos y “su derecho a la educación””.
Este es un fragmento de una Nota publicada en el Diario Página 12, a partir de la cuál nos permitimos reflexionar acerca de la mal llamada “juventud perdida”…
Lo primero que se dice, respecto a la toma de escuelas, marchas, frente a cualquier manifestación de exigibilidad de derechos, y más aún, por parte de jóvenes, que son “violentos”, “qué no les importa nada”, “qué no quieren estudiar”, que son “irrespetuosos” y otras tantas adjetivaciones en el mismo tono, que sólo redundan en la construcción de un ser al que hay que temer, del que nada se puede esperar, al que por “seguridad” hay que aislar, reprimir, controlar, alejar…
Y en ese contexto una y otra vez se repite desde las imágenes, las palabras, los “análisis” que la “juventud está pérdida”, sin embargo, cuando logran construir sus espacios, cuando se proponen algo, cuando se encuentran: crean, construyen, proponen y avanzan, pudiendo dar cuenta así, que no son ellos los perdidos, sino que los que se pierden o no existen son los espacios en los cuáles pensar, pensarse, proyectar, proyectarse, sentirse parte, en los cuáles puedan ser y constituirse como tales.
Si realmente se piensa en la inclusión, en garantizar derechos y en la igualdad de oportunidades, porque no empezar con ello desde el mismo diseño de proyectos, programas, políticas, quiénes mejores que los destinatarios de las mismas para saber que es lo que piensan, necesitan, esperan; y más aún, cuando se trata de jóvenes – adolescentes que están en pleno proceso de construcción de su ciudadanía.
En un contexto donde reina la incertidumbre, la inestabilidad (real y creada), en una sociedad adolescente, donde justamente los adolescentes no encuentran/ no tienen su espacio, en un contexto donde “el no te metas” se constituyó en principio de vida; porqué no potenciar estas iniciativas, esas ganas de hacer, de formar, tomar y ser parte, esa creatividad… porqué no garantizar su protagonismo como base para la construcción conjunta de una realidad distinta, de aporte a la integración, a la inclusión…
¿Ellos están perdidos? O los perdemos y siquiera nos estamos dando cuenta… ¿será que es más funcional que se pierdan? ¿Será que tenemos miedo a que participen, a que interpelen, a que cuestionen, a qué exijan, a que simplemente sean?
“Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado” dice Nietzche, ellos están construyendo… será el momento de responder por la historia que les dejamos, hacernos cargo de lo hecho, de lo omitido…quizás sea el momento de actuar como adultos, enlazarnos y acompañarlos en la búsqueda, en la incertidumbre, en la construcción, potenciar y valorar la participación como forma de vida y resistencia, como alternativa a lo establecido y así, renovar las esperanzas de que es posible…
Fuente: digite este enlace »
La nota de Página 12:
Viernes, 3 de Octubre de 2008 Tomas, marchas y un proyecto El proyecto de ley fue consensuado entre alumnos de distintas escuelas. Fija valores para las becas, los requisitos para solicitarla y regula el procedimiento para la entrega. “Más allá de la movilización y la toma de escuelas, que no están mal, buscamos aportar a la lucha por las becas a través de un proyecto que sea una alternativa a las propuestas que ahora están en discusión, en especial a la del macrismo”, explicó a PáginaI12 Felipe Vega (16), uno de los autores de la iniciativa y delegado del centro de estudiantes del Mariano Acosta, de Almagro. La propuesta fija un monto equivalente al salario mínimo. Contempla, además, un “plus” de un 20 por ciento para los chicos que estudian en establecimientos de educación técnica o artística. Según el artículo 7, podrán acceder a la ayuda económica alumnos que estén bajo la línea de pobreza, padres o madres, embarazadas, institucionalizados y judicializados. Además, aquellos que vivan en la calle o en “hogares precarios o transitorios”, convivan con un familiar con discapacidad, o cuyos padres tengan un ingreso menor a dos salarios mínimos. Por lo pronto, en la Legislatura hay otras cuatro propuestas para reglamentar las becas. Fueron presentadas por los legisladores Diego Kravetz (Frente para la Victoria), Oscar Moscariello (PRO), Enrique Olivera (Coalición Cívica) y Patricia Walsh (Movimiento de los Trabajadores Socialistas). En los distintos bloques señalan que se buscará consensuar una propuesta única para tratar antes de fin de año un proyecto en el recinto. El punto de conflicto entre los legisladores del PRO y de la oposición gira en torno del criterio para seleccionar a los beneficiarios. Para la oposición deben recibirla todos aquellos que vivan en familias que tengan un ingreso mensual por debajo de 2400 pesos. En el PRO no hablan de cifras sino de vulnerabilidad social, lo que hace arbitrario el criterio. El proyecto de los alumnos propone que el pago del beneficio se llevará a cabo en tres cuotas: la primera (50% de la asignación) antes de la finalización del tercer mes del ciclo lectivo, mientras la segunda (25%) en agosto y la última (25%) en octubre. “Es fundamental que las becas sean entregadas al comienzo del ciclo de las clases, ya que si llegan en septiembre, como ocurre ahora, son inútiles, porque a esta altura del año ya nos encontramos con chicos que abandonan la escuela”, remarcó Vega. Sara Castañeda (16), coordinadora del centro de estudiantes de la Escuela Nº 19 de Pompeya, advirtió ante este diario que “sin becas, muchos pibes de las escuelas del sur (de la Ciudad de Buenos Aires) abandonan porque no tienen con qué pagar los apuntes y comienzan a trabajar, si tienen suerte”. Por su parte, la diputada Gómez sostuvo que “es necesario que antes de fin de año sea aprobada la iniciativa para que no se repitan los recortes de este año”. Su par Ruanova afirmó que “frente a la imposibilidad que mostró el ministro Narodowski en explicar cuál fue el criterio utilizado para el recorte en la distribución de las becas a miles de alumnos, es importante remarcar que el Estado debe establecer parámetros claros de asignación”. Informe: Esteban Vera. |