La estafa de la CUS se vincula a una lógica de aseguramiento que repile modelos ya instalados en los subsistemas de salud donde una falsa concepción de solidaridad está restringida por el aporte de los beneficiarios, que a su vez determinan limites en el financiamienlo y en el alcance de las prestaciones (PAMI, Obras Sociales Estatales y Sindicales), con largas esperas para obtener la autorización de prácticas de alta, y a veces hasta de mediana complejidad; o bien, de acuerdo con el valor de la cuota, se obtienen grados de cobertura diferenciados (Prapagas, Obras Sociales).
La CUS, al instalar la concepción de una “canasta básica” (equivalente a un PMO), deja librado a los efectores públicos jurisdiccionales el alcance de cobertura a la que las poblaciones puedan acceder, agravando aún más la inequidad actual del sistema, sin que quede claro a quien le corresponde hacerse cargo de lo que está por fuera de una “canasta” que hasta ahora se desconoce.
El desmantelamiento intencionado del Sistema Público, la crisis de infruestructura, el desfinanciamiento, las distintas formas de precarización laboral, el deterioro de las condiciones da trabajo, las barreras de acceso a los usuarios, el vaciamiento de programas, la falta de insumos, son las formas veladas en que la maquinaria del establishment busca desacreditar lo público como paso previo a su privatización.
De este modo nos organizamos, y decidimos participar como Colegio en el “Movimiento por el Derecho a la Salud. La Cobertura Universal es una estafa, lo Público es de Todos”.
Conformación del Movimiento por el Derecho a la Salud. La Cobertura Universal es una estafa, lo Público es de Todos”
Marzo de 2017.
La CUS: el Caballo de Troya para un nuevo avance del mercado sobre la salud pública en Argentina
La denominada “Cobertura Universal de Salud” (CUS) decretada en julio de 2016 por el Gobierno Nacional, instaura una nueva y peligrosa avanzada de los sectores del poder económico sobre un bien común, fundamental para todxs los argentinxs: la salud pública, universal y gratuita.
Al día de la fecha, la CUS avanza con el visto bueno de un amplio espectro de la clase política y la dirigencia local (en sus diferentes estratos nacionales, provinciales, municipales), promovida por los organismos internacionales (OMS, BM, BID, Fundación Rockefeller entre otros) y claro está, con el apoyo del complejo medico-industrial y en especial la industria farmacéutica, partes interesadas de este proceso, en tanto y en cuanto la CUS intensifica las condiciones “adecuadas” para el ingreso de grandes actores económicos a un renovado y ampliado mercado de la salud.
Del otro lado de este proceso, estamos las Organizaciones del Pueblo, aquellxs que creemos y defendemos una idea ética, simple y concreta: la salud no es una mercancía, porque lo que aquí está en juego es el derecho a la vida digna.
Nosotrxs, quienes abogamos por otro modelo de salud, universal, gratuito, integral y equitativo, entre sus rasgos salientes, creemos que es momento de generar “desde abajo” una respuesta colectiva frente a la CUS.
Dada la complejidad del momento, y de aquello que está en juego, entendemos que es nuestra responsabilidad promover un espacio amplio de debate y acción política, con la firme misión de enfrentar la Reforma de Salud del Gobierno Nacional, abogando por un sistema más inclusivo e igualitario.
De este modo nos organizamos, y nos constituimos en el “Movimiento por el Derecho a la Salud. La Cobertura Universal es una estafa, lo Público es de Todos”.
Impulsado por múltiples Organizaciones y Representaciones del ámbito de la Salud y DDHH del país, nos proponemos alertar públicamente sobre la iniciativa del Gobierno de instalar la llamada “Cobertura Universal de Salud”, lo cual no es otra cosa que una aceleración del propósito de reformar nuestro Sistema de Salud, promoviendo el avance de su mercantilización, el recorte de prácticas, el aumento de no-usuarios del sector público, del gasto de bolsillo de los usuarios, y una profundización de las distintas formas de precarización laboral y salarial para lxs trabajadorxs del sector.
Desde Carrillo hacia aquí, hemos asistido a un largo y doloroso proceso de horadación al rol central del Estado en la salud pública. La propuesta actual del Gobierno Nacional, llamada CUS, no hace más que poner en evidencia y pretender generalizar, las peores inequidades de las que da cuenta el sistema sanitario argentino.
La estafa de la CUS se vincula a una lógica de aseguramiento, que repite modelos ya instalados en los subsistemas de salud donde, una falsa concepción de solidaridad está restringida por el aporte de los beneficiarios que, a su vez, determinan límites en el financiamiento y en el alcance de las prestaciones (PAMI, Obras Sociales Estatales y Sindicales), con largas esperas para obtener la autorización de prácticas de alta y, a veces, hasta de mediana complejidad; o bien, de acuerdo con el valor de la cuota, se obtienen grados de cobertura diferenciados (Prepagas, Obras Sociales). La CUS, al instalar la concepción de una “canasta básica” (equivalente a un PMO), deja librado a los efectores públicos jurisdiccionales el alcance de cobertura a la que las poblaciones puedan acceder, agravando aún más la inequidad actual del sistema, sin que quede claro a quien le corresponde hacerse cargo de lo que está por fuera de una “canasta” que hasta ahora se desconoce. Tampoco se sabe quién será el verdadero prestador de los servicios, ya que el decreto del Gobierno Nacional que crea la CUS no especifica los roles del Estado y los efectores privados.
El desmantelamiento intencionado del Sistema Público, la crisis de infraestructura, el desfinanciamiento, las distintas formas de precarización laboral, el deterioro de las condiciones de trabajo, las barreras de acceso a los usuarios, el vaciamiento de programas, la falta de insumos, son las formas veladas en que la maquinaria del establishment busca desacreditar lo público como paso previo a su privatización.
La Cobertura Universal de Salud (CUS) es una política que afecta a la ciudadanía en su conjunto; a la población usuaria del Sistema Público, a lxs trabajadorxs, es decir al modelo del ámbito público consagrador de Derechos e Igualdades. Esto justifica plenamente los reclamos que las Organizaciones venimos haciendo por separado y sobre todo la unificación de estos reclamos para que adquieran mayor potencia.
La CUS no garantiza cobertura, no es universal y no va a favor de mayor salud, se trata de una estafa. Por eso apoyamos el fortalecimiento del sector público de salud y la recuperación del rol regulador del Estado, orientado a una salud pública igualitaria.