“El gobierno porteño desalojó con la Policía Federal a los cartoneros asentados en Belgrano. Hubo heridos y nueve detenidos. El Ejecutivo adujo que actuó por orden judicial, pero la fiscalía lo desmintió. Recién entonces asumió su responsabilidad.” (Diario Página 12, 23/02/08)
El PRO sigue actuando coherentemente con sus ideales, se propuso llevar adelante un “operativo de limpieza” en Buenos Aires, y que mejor, que comenzar por eliminar toda muestra y manifestación de la inequidad y desigualdad social vigente, razón por la cual, frente a la resistencia al desalojo, y alguna pregunta de los cartoneros sobre derechos, igualdad de oportunidades, reprimió para cumplir con su objetivo, recurriendo a viejos métodos (además de negar su responsabilidad absoluta), que garanticen silencio y acatamiento.
Escribe Silvana Rodríguez
Es indignante escuchar o leer a diversos interlocutores (demás está decir nada independientes), “celebrando” las acciones de este gobierno y trasmitiendo la información de tal modo, que se omita la responsabilidad y obligación del Estado, de generar fuentes de trabajo, de garantizar los derechos de las personas, la igualdad de oportunidades, cayendo en un intento de análisis simplista que tan sólo responsabiliza a los cartoneros de que Buenos Aires se vea “sucia” sin siquiera plantear el interrogante de por qué la gente necesita cartonear, y ocupar un espacio para vivir, cuando debería tener su lugar para vivir dignamente y un trabajo genuino.
Yo me pregunto, ¿a alguien se le ocurrió pensar en los riesgos constantes a los que se exponen las personas que cartonean, alguien les preguntó si eligen vivir así, o es la única opción que les queda para sobrevivir, algún iluminado pensó en cuáles fueron las situaciones que conllevaron a que la gente vea en el cartoneo una estrategia de supervivencia, será que tiene alguna relación con la inequidad social, con las omisiones y corrimiento del Estado, con ya no pensar en un ciudadano como tal, sino en un consumista, que de acuerdo o no a su capacidad de consumo, es necesario dejar o eliminar de la ciudad, para no ensuciarla con “malas impresiones”?…
Macri y secuaces, no sólo se dedicaron al desalojo (sin antes pensar en cual iba a ser la propuesta para ofrecerles a los cartoneros para revertir su situación) , sino que también dictaron represión e intentaron omitir todo tipo de responsabilidad, ¿nadie va a cuestionar que ni siquiera se respetó la opinión de la justicia, representada en la fiscal que enunció que nunca hubo una orden judicial para el desalojo, eso no es igual o tan grave como la corrupción de la que es acusado el intendente de Pinamar, eje de todo noticiero?,¿ no vamos a exigir una explicación?
No permitamos la naturalización de esto tipo de acciones, aportemos desde y con el análisis integral crítico permanente, y trasmitamos a las personas con las que trabajamos herramientas que favorezcan el empoderamiento de estos sectores populares y la exigibilidad que nos merecemos como ciudadanos.
Recordemos como dice Mostequieu que, para hacer grandes cosas no hay que estar por encima de los hombres, sino junto a ellos, pues bien, tengámoslo en cuenta a la hora de nuestra intervención profesional y más aún, en nuestro lugar privilegiado de trabajo, que es con las personas padecen estas desigualdades e injusticias sociales desde su vida cotidiana.
Silvana Rodríguez
Operativo de limpieza en ¿Buenos? Aires
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