Por Silvana Rodríguez
Si bien no es nueva la noticia de que el ex subcomisario y ex intendente de Escobar Luis Abelardo Patti está acusado de haber participado del esquema de la represión ilegal de la guerrilla en la zona norte del Gran Buenos Aires y en jurisdicción del Instituto de Comandos Militares, la “buena” es que quedó detenido por su presunta participación en el secuestro de siete víctimas de la dictadura, en un penal “común” sin distinciones, exceptuando que se encuentra junto a sus “amigos”, compañeros en y de las torturas, de asesinatos, en fin, del genocidio…
Es difícil poder explicitar con palabras la sensación que uno siente cuando acontecen estos hechos históricos, creo que la palabra que más la refleja está asociada a la esperanza de que la memoria sobrevive, resiste y revive, a pesar de todo y todos los que se empeñan en borrarla, ella resurge, enciende y fortalece.
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Muchos dirán, pero ya han pasado más de 30 años, es verdad, y seguramente de acuerdo a como cada uno haya vivido la dictadura, ese terrible periodo, serán las sensaciones, los sentires, quizas para mi generación (de los `80 en adelante), es una forma de sentir que se puede, que es posible, que la historia la hacemos también nosotros, que podemos encontrar una dirección a esto diferente a lo establecido que buscamos, que no sabemos bien que es, pero si tenemos certezas de los que no queremos que sea.
Quizás sea una de las formas, que nos permitan reconstruir y seguir construyendo nuestra identidad, y a partir de ella, reconocernos y reencontrarnos en este escenario que es intencionalmente tan inestable, tan confuso, tan frágil, tan efímero, pero en el cual, empezamos a vislumbrar alguna luz de esperanza de que la justicia es posible y que la memoria activa y la lucha y resistencia permanente lo permiten.
No somos ingenuos, sabemos que hay mucho más por hacer, exigir, por pelear, que se sigue buscando personas que pensaron y pretendieron hacer diferente, y que si las hubiesen dejado, seguramente esta realidad seria otra, entre otras cosas mucho mas humana, justa, equitativa, digna.
Si bien, estamos convencidos, que este es recién el inicio, que va ser duro y lento, y que hay mucho por exigir, por luchar, por reconstruir, (como por ejemplo que se habilite a estos siniestros personajes a ser candidatos y peor aun ejercer, nuestra representatividad), creemos que es un buen paso, que merece alguna mención particular.
No obstante, sabemos que siendo el año 2007, sigue desapareciendo gente por pretender contribuir a esclarecer tanta oscuridad, como es el caso de Jorge Julio Lopez, por ello, entendemos que esto es recién el comienzo, pero también creemos que podemos contribuir a la Dignidad de la memoria, memoria de la dignidad.
Estamos convencidos de que este es el desafío, el motor para la acción desde la reflexión, junto a la memoria e indignación permanente, la resistencia en conjunto y desde el conjunto nos permitirá sentir y afirmar, que viene lento, pero viene el futuro, y sin dudas es y debe ser nuestro… por nuestros derechos que tan habitualmente pretenden arrebatarnos, por nuestra historia más que nunca propia…
Silvana