Por Carlos A. Solero
El creador de la Logoterapia supo sobreponerse a los golpes de la vida sin perder su fe en el potencial del hombre.
El doctor Viktor Frankl fue el médico neurólogo y psiquiatra creador de la logoterapia, técnica terapéutica que elaboró a partir de su saber basado en la ciencia médica y sus experiencias de supervivencia al exterminio nazi en los campos de concentración del Tercer Reich.
Había nacido en Viena (Austria) el 26 de marzo de 1905 recibiendo el nombre de Viktor Emil Frankl.
La familia Frankl era de origen judío. Su padre realizó diversos trabajos, fue taquígrafo parlamentario y hasta ocupó el Ministerio de Asuntos Sociales.
Viktor estudió la carrera de medicina en la Universidad de Viena, especializándose en neurología y psiquiatría. Desde el año 1933 hasta 1937 se desempeñó en el hospital General de Viena.
A partir de 1937 ejerció la clínica psiquiátrica de manera privada y desde 1940 tuvo a su cargo la dirección del Departamento de Neurología del hospital Rothschild, la única institución sanitaria que en esa época admitía a profesionales de origen judaico.
Hay que recordar que en 1933 Adolfo Hitler había tomado el poder como canciller del régimen nazi del Tercer Reich sancionando leyes racistas y persiguiendo ferozmente a sus opositores por diversas causas.
En el mes de diciembre de 1941, Frankl se unió afectivamente con Tilly Grosser.
Pero esos buenos tiempos fueron breves: en el otoño de 1942, Viktor, su compañera de vida y sus padres fueron deportados al campo de concentración de Theresienstadt.
En 1944 lo trasladaron al de Auschwitz y luego a Kaufering y Türkheim, dos campos de concentración dependientes del de Dachau.
Frankl sobrevivió al Holocausto y obtuvo su liberación el 27 de abril de 1945, con la llegada de las tropas aliadas.
No lograron permanecer con vida ni su compañera Tilly ni sus padres.
Luego del horror
Tras su liberación, Viktor Frankl retornó a Viena. En el año 1945 escribió su famoso libro El hombre en busca de sentido, en el que realiza la descripción de la vida de los prisioneros de un campo de concentración desde su perspectiva de psiquiatra.
En este escrito, Frankl expone que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar razones para vivir basándose en las dimensiones espirituales.
Como señala uno de sus biógrafos: “Estos análisis le sirvieron como fundamento para confirmar y terminar de desarrollar la logoterapia, considerada la tercera escuela vienesa de psicología, después del psicoanálisis de Freud y de la psicología individual de Adler”.
Siendo muy joven Frankl había mantenido relación epistolar con Freud, quien le dio la posibilidad de publicar algunos de sus escritos.
Pero pronto Frankl abandonaría la escuela psicoanalítica y orientaría su acción hacia la psicología individual de Adler, de quien también se apartó junto con Schwarz y Allers, que habían sido sus maestros.
Estos distanciamientos se dieron por diferencias doctrinarias.
Su vida docente
En el año 1949 Frankl se doctoró en Filosofía.
En 1955 lo nombraron profesor de la Universidad de Viena y a partir de 1961 ejerció cinco cátedras como docente en las universidades de Harvard y Stanford de los Estados Unidos de Norteamérica,
También trabajó en otras, como las de Dallas, Pittsburg y San Diego, dirigiendo a su vez el Policlínico Neurológico de la capital austríaca hasta el año 1971.
Frankl continuó enseñando en la Universidad de Viena hasta los 85 años de manera regular.
Además, practicaba el alpinismo y era eventualmente piloto de aviación.
Sus obras
Viktor Frankl legó a la humanidad más de treinta libros.
Entre ellos pueden mencionarse Psicoterapia y existencialismo: escritos selectos sobre logoterapia, La presencia ignorada de Dios: logoterapia y demás conceptos, Ante el vacío existencial: hacia una humanización de la psicoterapia, En el principio era el sentido: reflexiones en torno al ser humano y El hombre doliente: fundamentos antropológicos de la psicoterapia.
También publicó El hombre en busca del sentido último: el análisis existencial y la conciencia espiritual del ser humano, La idea psicológica del hombre, Logoterapia y análisis existencial, La psicoterapia al alcance de todos: conferencias radiofónicas sobre terapéutica psíquica, Psicoterapia y humanismo. ¿Tiene un sentido la vida? y Teoría y terapia de las neurosis.
Otros escritos suyos son La voluntad de sentido: conferencias escogidas sobre logoterapia, Lo que no está escrito en mis libros. Memorias, Las raíces de la Logoterapia. Escritos juveniles, La psicoterapia en la práctica médica. Una introducción casuística para médicos y Fundamentos y aplicaciones de la Logoterapia.
Su legado
Viktor Frankl falleció el 2 de septiembre de 1997 en Viena.
Compartimos algunas reflexiones de este eminente científico que puso su empeño y saberes a favor de todos los seres humanos.
Dijo: “El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida”. “La mejor forma de conseguir la realización personal es dedicarse a metas desinteresadas”. Y también: “La vida exige a todo individuo una contribución y depende del individuo descubrir en qué consiste”.
Muchas de sus propuestas mantienen una notoria vigencia y pueden aportar a nuestras vidas, orientándolas en sentido afirmativo, y al desarrollo de acciones solidarias en medio de la crisis de las sociedades regidas por el sistema del capital-mercancía.
Muy bueno el reconocimiento a Viktor Frankl. En estos tiempos, seguramente al igual que en otros, se hace necesario reflexionar encontrandole un sentido a la existencia.
El hombre en busca de sentido resultò ser una lectura que me marcò en mi vida.
Muchas gracias por el recuerdo.
Cordialmente: Alicia Farrell