Por Silvana Rodríguez
“Al fin y a cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día.”
Eduardo Galeano
Mientras leía esta frase y tras el intercambio con una gran persona que he conocido en estos espacios y su invitación a participar en éste, me puse a pensar en esto que dice Galeano de la identidad, que es la síntesis de las contradicciones nuestras de cada día. y eso ¿no es acaso el ejercicio real del TS?
¿Por qué digo esto? Pues bien, ¿no estamos cansados de escuchar que estamos en la era de la globalización y las maravillas que ello implica, y sin embargo no trabajamos a diario con personas en la resolución de sus problemas, que no son más que la manifestación particular de la continua fragmentación, inequidad social?
¿No repetimos a diario que los ideales de estas épocas son la libertad y la igualdad, y no obstante trabajamos y peleamos junto con las personas para que puedan acceder a un mínimo de sus derechos, que como ciudadanos les corresponden?
¿No escuchamos en los medios de comunicación, en los barrios la indignación por la delincuencia, y sin embargo nosotros seguimos pensando en como facilitar la reinserción social de las personas que han delinquido?
¿No es acaso que sabemos cómo propiciar la organización comunitaria para ejercer la exigibilidad, pero cuando quienes debemos organizarnos somos nosotros para reclamar nuestros derechos no llegamos ni a un 10% de la cantidad total que somos?
¿No escuchamos continuamente que la juventud está perdida? ¿Y nosotros creemos que en ellos está nuestro futuro y trabajamos para ello?
¿No pretenden hacernos creer que nada puede hacerse, y sin embargo nosotros estamos convencidos de que algo siempre puede hacerse, que justamente en la grieta de estas contradicciones está nuestro punto estratégico de intervención para lograr la transformación?
¿No nos apasiona acaso lo que otros detestan… el trabajar con la mayor complejidad, como es con el otro? ¿No es acaso el trabajo más arduo y difícil , pero el que más nos gratifica?
Mientras muchos se encargan de subestimar esta hermosa profesión, de sostener que su identidad es efímera, que no tiene especificidad y tantas otras cosas más que leemos, oímos; nosotros contamos con el mayor reconocimiento, el de la sociedad, que día a día golpea nuestras puertas, esperando encontrar una grieta que permita seguir andando. y qué ironía, cuando ellos piensan que es un servicio sólo para ellos, y nosotros enunciamos lo mismo, no nos damos cuenta de que con cada uno de ellos nos sentimos menos solos en la búsqueda de la reconstitución de un lazo social que nos lleve a modificar lo instituido.
En síntesis, si somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. y ello hace a la identidad. ¿qué estamos haciendo desde nuestros espacios para cambiar aquello de lo que renegamos o bien para legitimar y revalorizar lo que somos y hacemos, qué hacemos por el TS?..
Sólo es un intento de reflexionar sobre lo que somos y lo que hacemos, y si nos damos cuenta de cuánto podemos.
Silvana
Hola!
Muy bueno el articulo, que interesanre..
Que frase!…Se presta para pensar sobre esa delgada linea, que muchos profesionales ven,tienen en cuenta y hasta se pelean con ella y otros la perdieron de vista..y otros ni se enteraron.
“Si somos lo que hacemos para cambiar lo que somos..”
¿Qué somos? Profesionales, si, pero nunca hay que olvidar que somos HUMANOS..Como humanos y profesionales nos equivocamos y podemos equivocarnos, pero ahà entra el otro gran tema.. ¿Qué hacemos? trabajamos con personas, nada más ni nada menos. Personas que por ahí sienten que les arrebataron todo y otras nunca tuvieron para que les saquen…
Hay muchas opiniones sobre el Trabajo Social y es verdad que el mayor reconocimiento es justamente de las personas con las cuales trabajamos dia a dia.
Somos lo que hacemos, más allá de lo escrito que debe ser, día a día cada profesional construye el significado, la importancia y el lugar que ocupa el Trabajo Social en la sociedad.
Pensemosnos como profesionales para poder pensar el Trabajo Social, escuchemosnos para poder escuchar,cambiemos para poder cambiar.No cerremos nunca la puerta sigamos aprendiendo,sigamos construyendo…sigamos.
GRACIAS SILVANA… por abrirme la puerta a pensar otra vez,segui trabajando creciendo y contagiando!