Los indocumentados persisten en arriesgarse a cruzar hacia EU. A pesar de campañas preventivas e informativas y la puesta en marcha de un programa binacional de repatriación voluntaria, durante este mes ha fallecido en promedio un inmigrante indocumentado mexicano al día en el desierto de Arizona.
Alejandro Ramos, portavoz del consulado de México en Tucson, dijo ayer que desde enero y hasta el miércoles, se habían registrado 117 muertes de ciudadanos mexicanos en la frontera de Arizona, 26 más que el año pasado durante la mismas fechas.
“Estamos recibiendo diariamente por lo menos una llamada de una agencia local o de la Patrulla Fronteriza sobre el hallazgo de un cuerpo”, señaló Ramos.
Solamente en julio, el consulado mexicano ha contabilizado 28 fallecimientos de inmigrantes indocumentados.
El más reciente caso ocurrió el miércoles, cuando la Patrulla Fronteriza del sector Tucson reportó el deceso de una mujer de 33 años de edad, originaria del estado mexicano de Querétaro.
La mujer, quien no ha sido identificada, estaba acompañada de su hijo de 10 años de edad, quien se encuentra bajo la custodia del Servicio de Cuidado al Menor del Estado de Arizona.
“Solicitamos que esta agencia tome la custodia por 72 horas del menor, en lo que nosotros intentamos encontrar a sus familiares”, explicó el portavoz.
Ramos señaló que una de las principales causas del incremento en las muertes son “las condiciones climáticas”, ya que durante las últimas dos semanas las temperaturas han superado los 105 grados Fahrenheit en las zonas desérticas de la frontera entre Arizona y Sonora, México.
“Cuando nosotros entrevistamos a los inmigrantes en los centros de detenciones les explicamos los riesgos que corren si tratan nuevamente de cruzar la frontera, pero si no aceptan participar de manera voluntaria en el programa de repatriación, no se les puede obligar”, dijo Ramos.
Como cada año, el consulado de México en Tucson puso en marcha este verano una campaña que busca alertar a los inmigrantes indocumentados y sus familias sobre el peligro de cruzar la frontera.
“Desafortunadamente, nadie escarmienta en cabeza ajena y muchas veces los inmigrantes llegan hasta esta frontera pensando equivocadamente ” mí no me va a pasar”, sostuvo el portavoz.
Por su parte, activistas como Kat Rodríguez, vocera de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona, temen que éste pueda ser uno de los veranos con más alto número de fatalidades de inmigrantes indocumentados de los últimos años.
La coalición señala al incremento en la militarización de la frontera como la principal causa en el aumento de número de muertes de inmigrantes.
Desde el inicio del presente año fiscal (1 de octubre de 2006) hasta el pasado 30 de junio, la Patrulla Fronteriza del sector Tucson ha reportado el fallecimiento de 116 inmigrantes indocumentados en el desierto de Arizona.
Sin embargo, esta cifra no coincide con las de organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, que durante el mismo período llevan contabilizadas 147 muertes, 14 más que el año pasado en esas mismas fechas
Fuente: Diario La Opinión, Los Angeles. 20 de julio de 2007