La Memoria, el nombre de una Escuela, algunas opiniones y muchas preguntas para un directivo

Dedicado a la memoria de Carlos Fuentealba

En relación a la noticia que más abajo reproduzco, he escrito lo que adjunto
María Bar
Docente y Trabajadora Social de Corrientes

MERCEDES
Disponen en un colegio que alumnos arranquen una página con letra de Gieco
Directora de un colegio de Mercedes Corrientes dispuso que sus alumnos arrancaran de sus cuadernos de música la página donde habían transcripto la canción “La memoria” del músico León Gieco, informó un portal de noticias de esa ciudad. La funcionaria admitió públicamente la especie por considerar la letra no ser “adecuada” para los alumnos.

En el ámbito de una Escuela de Mercedes (Corrientes), ocurre un hecho lamentable, que me averguenza como correntina, más aún porque todavía no me puedo reponer del dolor que me ha producido la muerte de Carlos Fuentealba, sucedida apenas 10 días atrás, docente fusilado, sólo por ejercer una docencia asociada a la memoria.

Y como él – para mí- sigue vivo, imagino una reflexión de Carlos Fuentealba en relación a los hechos de dominio público, y que colocan a cierto directivo en un lugar digamos lamentable, más aún por ser responsable de la formación de sus alumnos.

Pero antes que nada Carlos quiere saber quien fue Aime (Amado) Bompland, -nombre de la Escuela donde se desempeña ese directivo -.
No encuentra mayores datos, y decide indagar. Descubre que Bompland había nacido en Francia, que había realizado estudios de Medicina en la Universidad de París, siendo quesu verdadera vocación era la investigación de la naturaleza vegetal, acudió al Jardín de Plantas de París para formarse en esa disciplina.
Se relacionó con el joven Alexander von Humboldt, que sorprendería al mundo con sus investigaciones. En 1799, viajaron durante cinco años a España, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Cuba, México y Estados Unidos, donde los jóvenes científicos fueron agasajados por el presidente Jefferson.
Durante el extenso recorrido, que otorgó gran fama a ambos hombres de ciencia, Bonpland reunió un herbario de 60.000 plantas -del cual la décima parte correspondía a especies descubiertas por él- que entregó al Jardín de Plantas de París. Además, escribió cuatro volúmenes sobre las plantas equinocciales de la obra Voyage aux régions equinocciales du noveau continent fait en 1799 – 1804 y, en colaboración con Humboldt, los siete volúmenes de Nova genera et spacies plantarum.
En 1814, Bonpland regresa a América, aceptando el ofrecimiento de Simón Bolívar para radicarse en Venezuela, aunque finalmente elige Buenos Aires (después de que Bernardino Rivadavia, Sarratea y Belgrano lo invitaran cuando lo conocieron en Londres).
Llega a la Argentina en 1817, acompañado por su esposa, jardineros, libros, semillas y dos mil plantas (medicinales, frutales, hortalizas).
Funda el Jardín Botánico con la ambición de echar las bases definitivas del Museo de Historia Nacional, pero la situación creada por las necesidades de la guerra de la Independencia demoraron la concreción de la iniciativa…
Una vez establecido en Santa Ana (Misiones), un cuerpo de 400 hombres enviados por el dictador paraguayo José G. Rodríguez de Francia invadió la explotación, destruyó las plantaciones, apaleó a los colonos y lo llevó prisionero al Paraguay, donde fue mantenido cautivo -a pesar de las airadas protestas de todo el mundo- por nueve años, durante los cuales ejerció su profesión de médico y se ocupó de la agricultura y de industrias menores.
Después de recobrar la libertad se quedó en Misiones, desechando posibilidades de establecerse en París.
Reanudó sus actividades científicas y en 1854, fue nombrado Director del Museo de la Provincia. Francia lo designó miembro de la Academia de Ciencias, y una institución científica de Alemania denominó Bonplandia a su revista. Siguió con sus excursiones científicas, remitiendo ejemplares a museos de Francia y Alemania, negándose modestamente a publicar sus trabajos, aunque sí colaboraba con El Plata científico y Literario de Buenos Aires. Murió en Santa Ana los 85 años. El archivo de Bonpland quedó depositado en la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires, donde una calle lleva su nombre.

Se queda asombrado por la actitud científica, el esfuerzo, su condición de cautivo.
También reconoce la decisión de Bompland de quedarse en el que seguramente ha sido su “lugar en el mundo”, frente a importantes propuestas de distintas partes del mundo.
Piensa en la relación de esa historia y los sucesos actuales, y así conocer cual es el honor a la historia que se estimula cotidianamente desde esa institución educativa.
Concluye a través de un párrafo de la Canción: el engaño y la complicidad de los genocidas que están sueltos, el indulto y el punto final a las bestias de aquel infierno.
También le da la impresión que otra parte de la canción, parece haberse escrito después de éste hecho cuando dice: La memoria despierta para herir a los pueblos dormidos que no la dejan vivir libre como el viento.

También lo veo a Carlos preguntándose por el sentido de nutridas capacitaciones que se imparten frecuentemente.
Y hasta le observo, como buen docente que es, interiorizándose de un Curso implementado en la sede de la Escuela Cabecera Nº 82 “Amado Bompland”, sito en General Alvear 555 sobre Núcleo de Aprendizajes Prioritarios “Una oportunidad para todos”, organizado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, en colaboración con el Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia de Corrientes, a través de la Dirección de Educación Superior, en el marco del Plan Global 2006. Carlos lee detenidamente los objetivos de esa Capacitación:

  • Construir espacios de diálogo con todos los actores en el marco de una política que contemple a la enseñanza como estrategia de desarrollo, jerarquizando la tarea docente y mejorando las condiciones pedagógicas en la que se desarrolla.
  • Producir encuentros que permitan a los involucrados, enriquecer los marcos de interrogación y la búsqueda de formas y estrategias de intervención que abran múltiples caminos contextualizados para responder a los retos presentes.
  • Alentar el trabajo en conjunto con todos aquellos que, en diversas formas y distintas instancias, intervienen en el desarrollo, acompañamiento y asesoramiento de procesos de enseñanza.
  • Fortalecer los vínculos entre los actores de diferentes niveles del sistema, potente para abordar de modo sistemático las prácticas escolares que dotan de un sentido particular a las condiciones de escolarización


Carlos se pregunta de todo lo anterior, cuánto se ha podido implementar, aunque todo parece indicar que no existen respuestas.
Pero como Carlos es un trabajador incansable se pregunta estaremos exagerando? Descubre que la memoria se construye, se reconstruye y se hace presente en las pinceladas de artistas plásticos que aceptaron darles forma y color a diferentes fragmentos de la canción de León Gieco titulada La memoria. (Los creadores son Carlos Alonso, León Ferrari, Carlos Gorriarena, Luis Felipe Noé, Perez Celis, Clorindo Testa, Mariano Sapia, Daniel Santoro y Mariana Schapiro).
Vuelve a escuchar la canción y una esperanza lo anima y canturrea Todo está clavado en la memoria, espina de la vida y de la historia y justo pasa por una Iglesia y se encuentra con Coqui Arroyo, cura de la Iglesia Itati, quien le dice: “la actitud de la directora es realmente reaccionaria, no hay que tener miedo de enseñar a los chicos el genocidio que ocurrió en nuestro país en épocas de la dictadura”.

Da otra vuelta por Mercedes y se encuentra con Elisa Torres madre de la docente Mariel Vera y le transmite su preocupación: Creo que la directora no midió las consecuencias en nuestra familia tuvimos un perseguido político yo soy sobrina del padre Jorge del Pilar Torres quien realizó toda su actividad en la ciudad de Goya defendiendo a los Derechos Humanos se dedico a los campesinos y a los tabacaleros en especial, por ese motivo fue perseguido por la dictadura militar y fue exiliado mas de 10 años a España, esto quiere decir que el dolor esta muy cerca de lo que el paso y yo no justifico en este momento que vivimos en democracia una actitud como esta y menos por una canción hecha por un artista de reconocida trayectoria como es León Gieco.

La sola canción basta y sobra como cierre. Antes debiéramos tener en cuenta que existen distintas formas de ser genocida.

Tal vez y en sintonía con la mujer de Fuentealba cuando dijo: “no es sólo el que jaló el gatillo, los que dieron las órdenes son culpables también”, en relación al gobernador de Neuquén, agregando que “si le duele tanto que el maestro haya muerto, es su deber moral renunciar”.
Debiéramos empezar a pensar si es ético que un directivo continúe en sus funciones, negando el contenido de una canción – en un contexto caracterizado por una cruda realidad social propio de una de las provincias más pobres del país: Dos mil comerían por un año con lo que cuesta un minuto militar.
Afortunadamente hoy, la Iglesia de Mercedes no se calla, gracias al Padre Arroyo.
Ah…esperemos que en el clásico del domingo, el fútbol no se coma nada.

La memoria
de León Gieco “Bandidos rurales”, 2001

Los viejos amores que no están,
la ilusión de los que perdieron,
todas las promesas que se van,
y los que en cualquier guerra se cayeron.

Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
El engaño y la complicidad
de los genocidas que están sueltos,
el indulto y el punto final
a las bestias de aquel infierno.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir l
ibre como el viento.
Los desaparecidos que se buscan
con el color de sus nacimientos,
el hambre y la abundancia que se juntan,
el mal trato con su mal recuerdo.

Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.

Dos mil comerían por un año
con lo que cuesta un minuto militar.
Cuántos dejarían de ser esclavos
por el precio de una bomba al mar.

Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.

La memoria pincha hasta sangrar,
a los pueblos que la amarran
y no la dejan andar
libre como el viento.
Todos los muertos de la Amia
y los de la Embajada de Israel,
el poder secreto de las armas,
la justicia que mira y no ve.

Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.

Fue cuando se callaron las iglesias,
ue cuando el fútbol se lo comió todo,
que los padres palotinos y Angelelli
dejaron su sangre en el lodo.

Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.

La memoria estalla hasta vencer
a los pueblos que la aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento.

La bala a Chico Méndez en Brasil,
150.000 guatemaltecos, l
os mineros que enfrentan al fusil,
represión estudiantil en México.

Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.
América con almas destruidas,
los chicos que mata el escuadrón,
suplicio de Mugica por las villas,
dignidad de Rodolfo Walsh.

Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.

La memoria apunta hasta matar
a los pueblos que la callan
y no la dejan volar
libre como el viento.

Bibiliografía

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